Una sonrisa es capaz de mostrar un sentimiento tan grande como inimaginable. Y, el ser humano es el único capaz de reír (o llorar, en el peor de los casos). Y, es curioso, porque rompemos a reír o a llorar. No se dice rompí a comer o rompí a caminar. Me encanta esa expresión. Creo que vale la pena hacerse añicos por esos sentimientos.
lunes, 25 de julio de 2011
Amorosa eternidad
Hoy. Sale el sol. De nuevo, como cada día. Más radiante. Hoy, quiero decirte que eres lo más bonito que existe. Que tus ojos son mi suelo y tu sonrisa mis ganas de caminar por él. Quiero decirte que las horas pasan y yo estoy aquí. El reloj hace su giro completo cada día, con su preciso y singular sonido del tic-tac que hace que nos hagamos más viejos. Pero no importa, contigo se para el tiempo. Los relojes no suenan. Nosotros no envejecemos. Quiero decir que tus palabras son mi día a día. Que quiero verte aquí, a mi lado, eternamente. Y decirte de una forma máxima, sorprendente cada vez, un '' te quiero'' de mil formas diferentes, para que siempre tengas ganas de volverlo a oír. Quiero darte madurez, a pesar de mi inmadurez continua. Quiero que los pasos que dé sean de tu mano. Quiero hacerte sonreír cada día. Quiero ver millones de veces amanecer en la playa. Y que la arena blanca, pura, sea portadora de nuestros secretos. Quiero decirte, con esto, que soy yo. El mismo de ayer, pero puede que mejor. Que soy yo, el único que te puede querer así, de forma distinta a todos los demás. El que mejor te puede tratar. Que soy yo, el que te escribe estas palabras frágiles, sentimentales, enérgicas desde mi más adentro. Quiero decir que contigo paro los relojes del mundo entero, para poder besarte a cada segundo que ya no es segundo, que se convierte en eternidad. Y que esa eternidad sea mi amor, distinto, inigualable y aún así inmejorable e insuperable.
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