lunes, 17 de octubre de 2011

Es sublime cómo unos ojos pueden llegar a transmitir algo. Algo tan grande que hace que se pare el mundo. Tu mundo. Tú. Sólo existes tú. Se paran los tiempos, se encoge el espacio, y la gravedad disminuye. Otro mundo sueña, ahora, en mi mente. Es diferente. Todo es diferente. Algo nuevo. Nunca visto, algo por explorar. Selvas, animales desconocidos, pieles cruzadas. Olor a pasión, sabor a rojo, se oyen las madreselvas, se notan las montañas, se ve su sudorosa piel. Y sus ojos. De color frío, helado, son cálidos, amistosos, compatibles con la felicidad. No ve escapatoria. Está en un lugar nuevo, a la intemperie. A merced de la voluntad de su antojo. Él es un subordinado más a la vida, al destino que le depara, que ya está escrito. Y si sus caminos se cruzaron, es porque se tenían que haber cruzado.

1 comentario:

  1. oh me encanta!! que paradoja tan bonita!!
    guau, me haces la competencia eh :)
    pasate por aqui a ver que te parece jejejeje
    http://www.unaveladacontigo.blogspot.com/
    http://gaspardveutvoiradele.blogspot.com/
    http://mapetitecoco.blogspot.com/
    jejejeje, espero que te gusten :3

    ResponderEliminar